sábado, 1 de marzo de 2008

El Viejo

Y así el viejo cada noche nos cobijaba con su voz de miel y lijas ya gastadas, aquella voz que tenía notas de tiempo, décadas vividas, esforzadas, trabajadas, explotadas, décadas olvidadas, por decisión o por edad, o simplemente por la falta de fuerzas para revivirlas, nos acariciaba de manera fuertemente sutil, y el aroma de la antigua casa nos envolvía con una mezcla de tabaco, canela y naftalina, el gato en el fondo, y nuevamente la voz del viejo, contando historias mil veces contadas, de valientes héroes que sufrían por el amor de sus mujeres, por amor a sus patrias, a sus creencias y princesas de antología en castillos encantados o pocilgas olvidadas y corroídas, de viajes, de familias, de exilios y fantasmas, mientras la abuela calentaba en el fogón a leña la leche que terminaría por dormirnos.
Y es que no existe otra manera en la que pueda recordar al viejo “no me gusta que me diga abuelo, ni menos tata, ¡nosotros no somos na mah que parientes pué!, somos amigos, así que nada de tatita en mi casa, o Luís o viejo”, y como en la familia Luises hay muchos (incluyéndome) quedo como viejo el viejo.
Y mas que recordar al viejo como imagen, lo recuerdo como concepto, el viejo de las mil y una historias de mi infancia, el viejo de los coscorrones y retos, el viejo que podía convertir la casa en un palacio o en una trinchera, el viejo que no terminó nunca el octavo básico y sin embargo, el mejor historiador de la tierra. Ese viejo que trabajó en lo que se pudo, por que la eñora era regodeona y los hijos tenían que estudiar, ese viejo que según mi padre lloró a mares con el nacimiento de su primer nieto (yo mismo), ese viejo fuerte por fuera e infinitamente niño por dentro.
Salir a su casa era llegar a un refugio, regaloneos, cuentos, y un momento de seriedad, entrar en su casa era entrar en uno mismo, pues cada personaje era nada mas ni nada menos que cada uno de sus nietos, tanto así nos conocía el viejo que podía abstraer nuestras vidas a los tiempos de dragones y espadas, o llevarlas a un futuro lejano de autos voladores y mujeres de piel color azul. “hijo tiene que estudiar, pa que no sea guaso y menso como uno” si el viejo me viera hoy, en mi casa, con mi esposa, con mis hijos, si mi querido viejo me viera, dedicándole unas cuantas líneas en la historia tras su muerte ya pasada, recordándolo no como inferior sino como ejemplo, si solo el viejo me viera, o mejor dicho, si solo yo pudiera verlo a él.
El viejo se fue una mañana fría, una mañana en que la luz no penetro jamás la triste habitación, el frío de la muerte próxima me envolvía mientras sostenía su mano, y él no paraba de tiritar. “tranquilo viejo, que el frío ya se te pasará” creo que por la falta de luz el viejo no notó las lágrimas que no paraban de brotar, “es que no pensé que me iría a morir tan luego pué, y además así tan feo, no me sorprendería que la vieja me dejara votao y me tenga que ir solo a encontrar con San Peiro, Luchito, mi nieto mayor, hasta aquí quedaron las historias pué, aunque si usté las escribe, no se tienen por que morir, a mí no se me ocurrió nunca escribirlas, hasta que estuve ya muy viejo, y pa que, mejor las escribe ute, y aprovecha de contarlas bien, que uno viejo y guaso, harto mal que las contó”
Y así también, yo comienzo una gran historia, la mas grata historia, que no es mía, si no del viejo, la historia de su vida, la historia de su muerte, la historia de sus hijos, nietos y bisnietos, historia larga de ser contada, historia pura del historiador.

2 comentarios:

Natalia v/s Esther dijo...

Éso en Licenciatura en Historia con Mensión en Estudios Culturales se denominaría "micro historia", se supone que es un trabajo en conjunto con el que relata y el que escribe, o sea, el historiador. Los muy egolatras dicen "nosotros somos la voz de los sin voz". Hay que ser muy cara de nalgas, en fin.. me dejaré de insultar mental y verbalmente al gremio que alguna vbez me dejo entrar a sus listas pero que a fin de cuentas jamás entre dentro de sus propios cánones y categorías. Son unos con.......


=)

Natalia v/s Esther dijo...

.. naah, pero dejándose de leseo -alguna vez-, últimamente me he sentido como el viejo de su calle y llena de recuerdos, nostalgias y volás raras. Espero que ésta situación se limpie, se seque y se vaya al tarro de la basura de donde jamás debio haber salido. Punto.


Cuídate mucho locateli.. nos estamos comunicando.